¿Que es el aluminio?
El aluminio, metal demasiado activo para existir libre, aparece en la naturaleza combinado con gran cantidad de minerales. De esta enorme variedad de minerales son la bauxita y la criolita los principales. La bauxita, el componente más importante del aluminio, se compone de un 55-65% de óxido de aluminio y mediante un procedimiento químico, que elimina todas sus impurezas, se convierte en un polvo blanco denominado alúmina. Mediante este proceso (denominado proceso "Bayer") 4,6 toneladas de bauxita generan 1 tonelada de aluminio.
Tras el proceso Bayer da comienzo el proceso electrolítico que tiene como objetivo convertir la alúmina en aluminio puro. Mediante una corriente eléctrica, el polvo blanco (alúmina) se descompone en oxigeno y aluminio líquido puro. Una vez obtenido el aluminio puro este debe tratarse para la obtención de las diferentes aleaciones. El aluminio líquido se mezcla en los hornos con elementos de aleación, que no son más que sustancias ajenas que se añaden para mejorar las propiedades del aluminio en función de su uso. Si el aluminio va a utilizarse en la construcción, como es nuestro caso, habitualmente se añaden magnesio y silicio, que ofrecen mayor resistencia mecánica y anticorrosiva. En los perfiles para la construcción se utiliza la siguiente composición: ALMgSi 0,5.
Una vez obtenida la aleación elaboramos lo que se denomina tocho de extrusión y que se lleva a cabo en un taller de fundición. El objetivo del tocho de extrusión es la elaboración de los perfiles de aluminio. La extrusión consiste en pasar por una matriz de acero y bajo presión, un lingote de aluminio (tocho) cuya temperatura oscila entre 510 y 540ºC. El resultado es un perfil que tiene la forma de la abertura de la matriz. Después de cinco minutos la temperatura desciende hasta los 200ºC y posteriormente los perfiles se introducen en un horno a 200ºC durante aproximadamente unas 5 horas.